Ayer hubieron manifestaciones autorizadas por la medidas impuestas frente al Covid-19 y me quedé perpleja ante la irresponsabilidad de los manifestantes, no solo de mi provincia sino de toda España, la irresponsabilidad de los manifestantes era de un descaro sin limites, sin mascarillas, sin medidas de seguridad, abrazados y como si ésta situación no fuera con ellos…siempre he respetado la opinión de todas las personas, la manera de ser de cada uno y la particularidad intrínseca de cada individuo…pero la situación tan delicada que nos ha tocado vivir, donde sigue muriendo gente todos los días, donde los hospitales están a basto y donde todos tenemos que vivir por años con éste maldito virus…lo que ayer vi fue un atentado contra el bien de todos y me indignó ver como iban sin mascarillas, desafiando a la vida…la mascarilla es un gesto de generosidad, protegemos al prójimo, a los mayores, a los mas débiles, a nuestras familias, amigos, vecinos, compañeros y a nosotros mismos… es la mejor forma hasta ahora para evitar propagar el Covid junto a la distancia y el lavado de manos.

He leído una declaración del enviado especial de la OMS, donde decía que vamos a convivir años con el Covid, el virus ha llegado para quedarse, al menos los próximos años y no nos cabe otra que convivir con él. Decía que los confinamientos no son medidas de control, sólo sirven para dañar la economía y la vida social y estoy totalmente de acuerdo. Cada día vamos avanzando en conocer mas a éste bicho…su comportamiento en personas contagiadas…las células T empiezan a dar respuestas, señales de inmunidad celular, los anticuerpos no siempre se detectan y su presencia no asegura una protección a largo plazo…en fin está todo que si y que no, el Covid es potente y desconcertante a la vez…

Ante éste desconcierto no podemos sino actuar con sentido común, no difundir noticias así porque sí…ser prudentes…amarnos y amar en el fondo todo es un acto de amor…después de tantas palabras…el amor es el fin. Sé feliz.