Por fin me decidí a caminar un poco mas desde Santiago de Compostela rumbo Finisterre y Muxía. Os cuento un poco la inolvidable experiencia.

Primera etapa Santiago-Negreira 20,9 Km. Nos aventuramos desde la plaza del Obradoiro y todo cuesta abajo…y encontramos el primer mojón que nos indicaba la ruta a seguir, ascendemos unos metros por senderos, atravesamos en cauce del río Sarela y un poco mas adelante veremos las torres de la Catedral de Santiago por última vez. El camino está lleno de robles y eucaliptos, tamos de bosque y tramos de asfalto, pasamos por varias aldeas rurales; A ponte Sarela, Carballal, Alto do Vento, Ventosa, Augapesada, una subida muy dura, era como una pared…Alto Do Mar de Ovellas, y llegamos A Ponte Maceira, uno de los pueblos mas bonitos de España, que me trasportó a la época medieval, A Chancela y una bajada llegamos a Negreira.

Segunda etapa Negreira-Olveiroa 34 Km. Una etapa muy bonita y dura, no por la orografía sino por los km, pero la belleza del camio hace fácil la meta. Robles, castaños, embalses, verde…y llegar a Olveiroa con hórreos centenarios de gran belleza, esta aldea está totalmente enfocada al peregrino.

Tercera etapa Oliveiroa-Cee-Corcubión 25,6 Km. Etapa dura por el solajero en todo su recorrido pero acompañada por la una frondosa vegetación. Cruzamos el río Xallas, impresionante, llegamos a Hospital, lugar donde había un hospital para peregrinos…hoy no existe. Seguidamente llegamos a los dos mojones Finisterre o Muxía…y elegimos Finisterre, caminamos por el santuarios y ermitas, en el alto de Ocruceiro da Armada divisamos el cabo finisterre. Un descenso muy muy marcado hasta Cee, municipio mas grande de la Costa de la Morte.

Cuarta etapa Corcubión-Finisterre. 15 Km. Continuamos por Corcubión y su casco antiguo y emprendemos una fuerte subidita, transitamos por tramos que antiguamente fueron Camino Real. Empezamos a divisar litorales y grandes arenales de inigualable belleza, la cala de Talón, A Langosteira…y al fondo la villa de Finisterre.

Quinta etapa Finisterre-Muxía. 32,1 Km el viento no nos dejaba caminar, así que suspendimos el paseo y subimos a Muxía en autobús. Con la misma sensación que en años anteriores, la belleza de los días, la energía del camino y la gratitud de todo y por todo.