
…tiempo con mi peludo…
Pasar una mañana con él, sin prisas….darle tiempo…llevarlo donde más le gusta…esconderme y que me busque…peinarlo…sentarnos en el césped y mirarnos…como le gusta!, es de esos perritos pequeños, listos y muy dependientes, me tiene frita, va para ocho años y se llama Toy.
Nuestro anterior perro, un scottish terrier, se llamaba Terry, listo y muy independiente…hasta la televisión la veía, fue todo un personaje en los primeros años de mi hija, nos dejó 13 años de pura vida.
El nuevo peludo de la familia llegó una noche de reyes magos, lo llamamos Toy, un compañero de juegos, todo un cómplice y confidente…muchas conversas les he llegado a escuchar a mi pequeña y a él.
Dedicarle tiempo, es un reporte de comprensión y agradecimiento por su chispa y compañía, por estar sin llamarlo, por entender sin preguntarle y por estar pendiente siempre de nosotras…Mirarnos a los ojos es algo sublime…te transmite agradecimiento por tenernos y nosotras por tenerlo.
Gracias por tanto peludito


